El profesorado se muestra satisfecho por la realización del proyecto “Érase una vez una escuela para el mundo”, desarrollado en seis centros educativos de Andalucía, que les ha permitido crecer y formarse en los valores que promueve la Educación para el Desarrollo (EpD).
El 29 de junio tuvo lugar el encuentro online de cierre de curso entre los centros participantes en el proyecto «Érase una vez una escuela para el mundo», financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).
El proyecto, que se ha desarrollado principalmente en este curso 2019-20 han participado los claustros de Infantil de seis centros escolares: Colegio Público Jardines del Valle; Colegio Público Tierno Galván; Colegio Público Vélez de Guevara; Salesianos de La Palma del Condado; Salesianos de Morón y Salesianos de Triana.
El profesorado satisfecho con el aprendizaje
María Isabel García Albacete, maestra del colegio Salesiano de Triana, igual al que su comunidad educativa están convencidas que “la escuela debe contribuir a que el mundo en el que vivimos sea más justo y sostenible y por ello el proyecto ha encajado perfectamente en la dinámica del centro y de la etapa de Infantil”.
Destaca que el proyecto “nos ha permitido trabajar el pensamiento crítico, los estilos de vida y consumo, la equidad de género, la responsabilidad medio ambiental, los cuidados y la participación de todas las personas implicadas (profesorado, alumnado y familias)”.
Maria Eugenia Valiente Megías, maestra del colegio Salesiano de Morón, comenta que “hemos sacado mucho partido al proyecto, aprendiendo muchas técnicas distintas. Hemos sido capaces de crear un canal de Youtube y un aula virtual para desarrollar el proyecto durante el confinamiento, a través del cual las familias han accedido a las actividades y contenidos para desarrollarlo en casa”.
Inmaculada Cremades, maestra del colegio público Jardines del Valle de Sevilla, dice que esta iniciativa educativa “nos ha permitido darle una vuelta a cómo trabajar valores democráticos, respeto a los derechos humanos, igualdad de género, diversidad cultural, hábitos de vida saludable, etc”.
Toñi García Pichardo, maestra del colegio salesiano de La Palma del Condado, destaca que “ahora tengo un mayor conocimiento de los temas transversales, y estamos más capacitadas para integrarlos en nuestra programación”. Y añade que “lo que nos parece más importante es adquirir la conciencia de cómo trabajamos en el día a día del aula, en el desarrollo de actividades, destacando la importancia de cómo transmitimos estos temas y valores en el currículum oculto”.
Trabajo en equipo y participativo en los claustros
Cada equipo docente ha trabajado para integrar los contenidos propios de la Educación para el Desarrollo (Responsabilidad medioambiental, Interculturalidad, Cultura de Paz, Equidad de género) en sus respectivos proyectos: Viaje alrededor del mundo; las olimpiadas; la vendimia; el Juego y pequechef. Así en las distintas actividades de aula (canciones, cuentos, psicomotricidad, fichas, juego simbólico, rincones, etc) se han ido trabajando con el alumnado los contenidos que las maestras han ido generando durante todo el curso escolar.
En cada una de las actividades programadas en el proyecto se ha analizado qué valores desarrollaba y cómo se estaban trabajando, lo que ha permitido que el alumnado tuviera una visión muy integrada de los valores, haciendo ellos mismos críticas de situaciones de vulneración de derechos, según nos cuenta Inmaculada Cremades, maestra del colegio público Jardines del Valle de Sevilla.
En el desarrollo de los distintos proyectos de aula, además de la participación de la población infantil, se ha potenciado la participación de las familias para aportar contenido al trabajo de aula, para dar su visión en base a su experiencia o a su origen o cultura natal.