Crónica de la tercera y última parte del viaje a Ecuador de Begoña Simal, coordinadora de proyectos de Bosco Global.
La obra salesiana de Cayambe, en la provincia de Pichincha, articula una propuesta integral de atención y promoción de las personas. Desde el eje educativo: la escuela y el centro de formación técnica Tainate Huasi, desde el eje de salud: con la Clínica Mitad del Mundo y la promoción de promotoras de salud, y desde el eje agroecológico y comunitario con un montón de proyectos impulsados desde la Casa Campesina Cayambe que buscan la promoción de las comunidades indígenas. Durante nuestra estancia en Cayambe tuvimos ocasión de comprobar la fuerza del trabajo realizado durante 30 años y el gran impacto que ha dejado en la población.
El proyecto de las Parteras
Uno de los proyectos promovidos desde la Casa Campesina es el de las parteras (comadronas).Cada comunidad ha elegido una mujer para participar del programa para recibir la capacitación y el acompañamiento necesario, son las responsables de acompañar el proceso de embarazo y parto de las mujeres de su comunidad. Son mujeres comprometidas que ponen en valor elementos de la medicina tradicional y hacen una enorme trabajo de prevención y cuidado de la salud. Auténticas líderes que se organizan en asambleas para compartir aprendizajes y mejorar su servicio.
Agroecología: huertos que generan riqueza
También pudimos conocer de cerca el programa de agroecología a través de las mujeres productoras que participan de las formaciones y el acompañamiento para la creación de huertos que aporten riqueza a la dieta familiar con un enorme respeto por el cuidado de la tierra. También se acompaña el proceso de auto organización comunitaria para la comercialización de los productos a través de La Campesina y múltiples propuestas más.
Con la llegada de grandes plantaciones de flores para la exportación, se ha venido dando un proceso de abandono de las tierras para el cultivo de alimentos en beneficio de las flores. Las «florícolas» ofrecen condiciones de trabajo muy precarias. Los proyectos impulsados han acompañado a numerosas familias a buscar alternativas en un modelo que ponga en el centro la soberanía alimentaria y el empoderamiento de las personas.
Promover la salud
Se constata que el acceso de la población indígena a la salud y la educación son muy deficientes. La presencia salesiana en Cayambe tiene la mirada puesta en la doble misión de garantizar los derechos y al mismo tiempo formar personas líderes que den continuidad a los cambios impulsados.
Tuvimos ocasión de visitar alguna de las escuelas que recibe atención sanitaria (dental y medicina general) desde la unidad móvil de la Clínica que se traslada a las diferentes comunidades rurales de la zona y hace seguimiento de los niños. En la escuela rural de la comunidad de Convalescencia pudimos conversar con las docentes y conocer de primera mano las dificultades que tienen para ejercer su tarea y algunas de las principales carencias que presentan los niños de la zona.
Dos días a la semana se ofrece el servicio de atención a niños con discapacidades con la aplicación de terapias específicas para cada caso. Los niños llegan desde sus comunidades acompañados de alguien de la familia. Éste resulta un servicio indispensable para estos niños, niñas y adolescentes dado que es el único servicio de este tipo que existe.
La escuela y el centro de capacitación profesional
La escuela y el centro de capacitación profesional responden al reto de ofrecer una educación de calidad. Existe la modalidad de la escuela semi-presencial dirigida a jóvenes que abandonaron la escuela por motivos familiares o por tener que ponerse a trabajar: los sábados tienen sesiones presenciales y durante la semana se siguen las tareas desde casa haciendolo compatible con sus ocupaciones domésticas o laborales. Se constata que el acceso de la población indígena a la salud y la educación son muy deficientes.
Testimonio de Rosa Cabrera, Cayambe
Como resumen de algunos de los aprendizajes que he establecido estos días en contacto con el equipo de profesionales que trabaja en Cayambe, de las productoras y de las madres de familia, os comparto las palabras de una de las mujeres participantes de los programas:
Yo me llamo Rosa Cabrera, soy partera de la comunidad de Angla, nosotros como mayores tenemos la obligación de recuperar las tradiciones de la siembra, de la minga, de la fiesta de la cosecha, de la crianza de nuestros animalitos, de no olvidarnos de lo que nos enseñaron nuestros padres, porque antes se producía bastante, y sin necesidad de usar químicos, por eso nosotros somos sanos.
Es necesario ahora enseñar a nuestros hijos a mirar a la luna par producir bien en nuestra chakra. Es bueno aprender cosas nuevas para cuidar a la madre tierra y el agua, para controlar las plagas.