La situación que se está viviendo estos días en la frontera entre Marruecos y Ceuta es compleja por cuanto sus causas son múltiples. No se trata solo de un problema en la gestión de fronteras; también responde a conflictos diplomáticos y a un juego de estrategias políticas en un contexto de crisis social agravado por la pandemia de la COVID-19.
Pero, ante todo, estamos ante un tremendo drama humano que requiere soluciones políticas al servicio del bien común: «Para hacer posible el desarrollo de una comunidad mundial, […] hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común. En cambio, desgraciadamente, la política hoy con frecuencia suele asumir formas que dificultan la marcha hacia un mundo distinto.» (Fratelli Tutti 154)
Ante esta crisis humanitaria, desde Bosco Global queremos compartir varias reflexiones:
- Cada pueblo o estado debe velar por el bienestar de su ciudadanía, promoviendo políticas que permitan el pleno disfrute de los derechos humanos.
- Todas las personas deben tener acceso a los recursos necesarios para tener un proyecto de vida digna, en paz y libertad, sin verse obligadas a procesos migratorios indeseados por causa de la pobreza, la violencia o la vulneración de cualquier derecho.
- Todas las personas tienen derecho a migrar, y a buscar oportunidades de una vida mejor. Y, en caso de emprender procesos migratorios, los estados y organismos multilaterales deben garantizar vías seguras y legales, especialmente para niños y niñas, y que cumplan con los protocolos y convenciones internacionales sobre asilo y refugio.
- Es necesario acercarse a esta realidad, para conocer y entender las causas que llevan a las personas a migrar. Esto nos ayuda a empatizar y acoger de manera fraterna a cada una de ellas.
- En ningún caso entendemos que se utilice a las personas como “armas arrojadizas”, rebajando su dignidad a “moneda de cambio” en un conflicto que debería resolverse por medio del diálogo y la búsqueda del bien común.
- Nos duele ver algunas imágenes de violencia gratuita ejercida contra algunos niños y jóvenes cuando salían del agua, que contrastan afortunadamente con todas las imágenes que sí han mostrado empatía y fraternidad ante tal drama humano.
- Nos preocupan las devoluciones masivas en caliente que no garantizan los derechos de las personas migrantes.
- Leemos y escuchamos con mucha preocupación mensajes que criminalizan y deshumanizan a las personas que han cruzado la frontera buscando una vida mejor para ellas y sus familias aumentando los discursos de odio. La mentira y la desinformación, distorsionan la realidad y difunden un imaginario de animadversión de las personas que migran. La libertad de expresión no puede amparar discursos que vulneren los derechos humanos.
Por todo ello, desde Bosco Global queremos poner el acento en:
- La resolución pacífica de cualquier conflicto.
- La defensa de una política pública de cooperación internacional que sea garante de oportunidades especialmente para la infancia y la juventud.
- La defensa de los derechos humanos de todas las personas y en todos los momentos vitales, especialmente en situaciones de mayor vulnerabilidad y desprotección.
- La creación de vías seguras para los movimientos migratorios. La gestión de las fronteras debe ser compatible con la protección de los derechos humanos, poniendo siempre en el centro de las decisiones políticas a las personas y el bien común.
- La necesidad de promover mensajes de paz y de concordia que ayuden a que seamos sociedades más acogedoras y fraternas.