Con motivo del Día Internacional de las personas Migrantes desde la ONGD Bosco Global queremos reflexionar sobre la migración como una situación transitoria de las personas y no como un estado legal.
En el mundo hay 50 millones de niños, niñas y jóvenes migrantes que viajan sin la compañía de una persona adulta, a quienes se les vulneran sus derechos, son estigmatizadas y, a veces, criminalizadas. Se trata solamente de personas que buscan un futuro mejor para ellas y sus familias, pero no reciben la protección adecuada y no se garantizan sus derechos como menores.
Desde Bosco Global queremos subrayar que todas las personas tenemos derecho a migrar, tal y como refiere el Papa Francisco: las personas «buscan oportunidades para ellas y para sus familias. Sueñan con un futuro mejor y desean crear las condiciones para que se haga realidad» (Christus vivit 91).
Por ello, en el Día Internacional de las personas Migrantes hacemos un llamamiento para que la migración sea segura, regular y digna. Para acercarnos a esta realidad compartimos el vídeo “Somos personas, estamos migrando” realizado por la Asociación Elín. Entidad ubicada en Ceuta, que conoce de primera mano la realidad de la frontera Sur y trabaja con jóvenes que están realizando el proceso migratorio. Bosco Global viene colaborando desde hace más de 5 años.
Ante la realidad de las migraciones, desde Bosco Global:
- Entendemos que los motivos para emprender un proceso migratorio son muy diversos, y hay tantos como personas.
- Pedimos que se proteja el derecho a migrar y el derecho al asilo.
- Creemos que la interculturalidad es un valor muy preciado. Dialogar, escuchar, proyectar juntas, siempre es enriquecedor y elimina la sospecha y el prejuicio a lo desconocido.
- Creemos que «Una persona y un pueblo sólo son fecundos si saben integrar creativamente en su interior la apertura a los otros.» (Fratelli tutti 41).
- Acoger, proteger e incluirlas requiere un compromiso que no se limita a simples declaraciones, sino que es una implicación efectiva.
- Exigimos una nueva política migratoria, alejada de los discursos del miedo y del odio, que proteja los Derechos Humanos y que garantice una vida digna.
- Nos cuestionamos la existencia de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs), la gestión de la frontera Sur y los procesos de devolución sin garantías.
- Creemos necesaria una educación que profundice en la empatía y reduzca los prejuicios permitiendo avanzar en una sociedad del encuentro, del cuidado de las personas, del amor y no del odio.
- Debemos construir una sociedad más samaritana y menos egoísta, que nos implique en el compromiso de entender a las personas.
- Pedimos que se refuerce la cooperación internacional al desarrollo y la acción humanitaria internacional.
- Exigimos que los estados y las empresas privadas detengan sus explotaciones en los países del sur, y que las fronteras dejen de ser moneda de cambio para intereses que no sean la dignidad humana.