Un total de 15 personas voluntarias de Bosco Global viajarán a Sierra Leona, Liberia, Guinea Ecuatorial, Bolivia y Ecuador, donde colaborarán, durante los meses de verano, en diferentes proyectos educativos de los salesianos y salesianas.
El proceso formativo de Voluntariado Internacional 2025 de Bosco Global ha llegado a su etapa final. El pasado fin de semana 17 y 18 de mayo se celebró el último encuentro formativo en dos sedes simultáneas: en Salesianos Triana (Sevilla) y en la casa salesiana de Poblet (Barcelona).
Nada más llegar en la mañana del sábado, todas las personas voluntarias estaban inquietas por conocer su destino, ya que siempre es en el último fin de semana de formación en el que se comunica. La emoción estalló cuando se desvelaron los países y proyectos de destino.
“Nuestro voluntariado compartirá este 2025 experiencia y aprendizajes en los proyectos de los salesianos en Sierra Leona, Liberia, Bolivia y Ecuador; y salesianas de Guinea Ecuatorial. La mayoría viajarán entre julio y agosto, aunque dos personas lo harán entre septiembre y diciembre”, explica Eva Caballero, coordinadora de voluntariado de Bosco Global.
Y añadió: “el objetivo de esta experiencia es abrir los ojos a las desigualdades de nuestro mundo y regresar con el compromiso de transformar la realidad desde lo local a lo global. Porque el voluntariado es un encuentro transformador que deja huella para siempre”.
El encuentro en Sevilla, en el que participaron también las personas voluntarias de Valencia, tuvo otro momento emotivo con la celebración de la Eucaristía de envío presidida por Fernando Miranda, provincial de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora. A cada persona se le entregó una cruz, como símbolo de ese envío en solidaridad y fe al mundo.
En Barcelona, esta celebración tendrá lugar el próximo domingo 15 de junio en la parroquia salesiana de Navas, y la presidirá el salesiano Jordi Lleixà, delegado de pastoral juvenil.
En este último fin de semana formativo se trataron entre otros temas clave como, los siguientes:la educación para el desarrollo, el voluntariado desde la fe, los protocolos éticos, dilemas éticos y fotografía de la realidad.
En la jornada en Sevilla, se invitó a reflexionar sobre la crisis climática desde una perspectiva de justicia global, a través del proyecto “Dime, Madre Tierra”. Un proyecto que nació de la experiencia de voluntariado internacional de Juan Carlos Salazar, que, en su paso por Cochabamba (Bolivia), conoció de primera mano la labor de las comunidades salesianas en la zona de Kami, un territorio afectado por la degradación del suelo y los acuíferos como consecuencia de la sobreexplotación minera.
“El proceso formativo que se inició en febrero y finaliza en mayo tendrá continuidad en septiembre, cuando las personas voluntarias regresen y nos reunamos para compartir las experiencias, los aprendizajes y evaluar todo lo vivido”, explica Eva.
“Todo este acompañamiento en el proceso de formación no sería posible sin el compromiso de un grupo de acompañantes, formado por voluntarias y voluntarias de Bosco Global, que han vivido la experiencia de voluntariado previamente, y que ahora acompañan, conjuntamente con el equipo técnico, a otras personas que quieren realizar esa misma experiencia”, concluye Eva.