Hace apenas un par de días hablábamos con el padre John de los Salesianos en Kandi, Benín, en la casa de acogida que atiende a chicos vulnerables, muchos de ellos, niños de la calle.
“Insistimos mucho a los chicos para que se mantenga la distancia de seguridad y el lavado de manos”, remarca John. Lo dice convencido del que sabe que es la mejor y única “vacuna” hasta que no exista una real para detener la pandemia.
“Con el respeto a las medidas de seguridad hemos podido seguir desarrollando las actividades en la casa y de algún modo brindar una cierta normalidad a los chicos que acompañamos y cuidamos para que puedan seguir, en la medida de lo posible, con sus actividades educativas y lúdicas”, añade el salesiano.
La situación pandémica en Benín y en la región empeora
“En los últimos días se está hablando de 1.602 casos confirmados, 789 bajo tratamiento, 782 pacientes que han recibido el alta y 31 muertes”, explica el salesiano.
Los datos sobre la foto real de esta pandemia en los diferentes países del mundo se han puesto en duda debido a la falta de capacidad para realizar pruebas suficientes de diagnóstico y extraer una información real de la situación. Y, en Benín, con una situación de precariedad manifiesta, el control epidemiológico de la pandemia tampoco está siendo riguroso.
A pesar de ello, el padre John nos comenta que “las autoridades en nuestra ciudad, Kandi, son conscientes de la necesidad de promover medidas para prevenir el contagio. La policía controla que la población lleve mascarilla y detiene y expedienta a cualquier conductor que no cumpla con la norma. En las iglesias, mezquitas y en los servicios públicos y privados también es obligatorio su uso”.
Gracias a la campaña de emergencia «Frente a la pandemia, solidaridad global» ha sido posible apoyar la casa de acogida en:
- Alimentos básicos.
- Depósitos de agua para el lavado de manos.
- Mascarillas
- Medicinas y productos de aseo y desinfección.