Se ha colaborado con 120 mujeres de tres comunidades indígenas rurales de la zona de Salinas, Simiatug y Facundo Vela, donde la mayor parte de la población vive en situación de pobreza extrema.
La ONGD Bosco Global acaba de abrir en el colegio salesiano San Isidro, en La Orotava, en Tenerife, su nueva delegación en Canarias, desde donde coordinan sus proyectos de cooperación internacional y educación para el desarrollo.
Desde La Orotava se coordina el proyecto «Mujeres agricultoras y artesanas, construyendo senderos», en Ecuador, que cuenta con la colaboración del Gobierno de Canarias.
El proyecto, que se ha ido desarrollando durante todo este año 2021, está dirigido a campesinas indígenas de las zonas de Salinas, Simiatug y Facundo Vela, donde la mayoría de la población vive en situación de pobreza extrema. Se atiende a 120 mujeres de tres comunidades indígenas rurales de la zona, que se agrupan en tres asociaciones: la Asociación de Productoras Mamá Margarita (Salinas), la Asociación de Mujeres de Simiatug y la Asociación La Dolorosa (Facundo Vela).
Objetivo: mejorar los recursos económicos mediante técnicas de producción de artesanías y productos alimenticios de comercio justo
Virginia Martín, trabajadora social y técnica de Bosco Global en La Orotava detalla que este proyecto, presupuestado en unos 48.000 euros, ha tenido como principal objetivo «mejorar los recursos económicos de las mujeres campesinas e indígenas, mediante el desarrollo de técnicas de producción de artesanías y de productos alimenticios de comercio justo, elaborados por las mujeres de estas comunidades, con el fin de diversificar los productos naturales y tradicionales, y de promover el turismo desde la preservación ambiental-ecológica.
También se ha empoderado a las mujeres indígenas, que se sienten orgullosas de su trabajo y han obtenido un beneficio económico que les ha ayudado en su maltrecha economía familiar». Los salesianos en el país, se han encargado de organizar talleres de autodiagnóstico en cada una de las asociaciones; otro de bioseguridad, para estandarizar prácticas saludables e higiénicas en la manipulación de los alimentos y la seguridad de las personas; otro para la gestión y promoción de la artesanía, donde se potenció la búsqueda de nuevos productos que lleguen mejor al mercado, la utilización de nuevos materiales, incluyendo la educación financiera para calcular los costes y el precio final del producto, y otros talleres de técnicas artesanales adaptadas a las necesidades e intereses de cada asociación de mujeres.
En el proyecto se han trabajado cuestiones como el tejido de cestas, corte y confección, elaboración de calzado artesanal, uso de máquina de coser y patronaje para elaboración de uniformes escolares; elaboración de mermeladas y de tejido con gancho.
Además, las mujeres han participado en la ferias artesanas en la población de Guaranda y han mantenido reuniones con otras asociaciones de productoras de artesanías y comercio justo para conocer canales de distribución y técnicas de comercialización.
En las siguientes fases del proyecto se van a acondicionar nuevos espacios para la comercialización de los productos en Facundo Vela, Guaranda y Salinas. En estas poblaciones ya existe una tienda abierta al público para la comercialización y se ofrece la posibilidad de incorporar una sección específica para incorporar las producciones de las participantes en el proyecto.
También se van a elaborar materiales de difusión para atraer al turismo a la zona y formar a las propias mujeres participantes para que muestren al público esos lugares de interés en la región. En la misma población de Salinas, Fundación Familia Salinas, con el apoyo de Bosco Global, ha desarrollado un programa mediante el que las mujeres indígenas cuentan con una fábrica y una marca propia de tisanas y otros productos derivados de las plantas medicinales que ellas mismas cultivan.