Desde el inicio del conflicto, Bosco Global y la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora han ido de la mano para atender las necesidades de las personas que más lo necesitan.
El 24 de febrero se cumplieron tres años del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania. En este contexto, los Salesianos en el país han querido hacer balance de su intervención humanitaria, destacando la importancia de la colaboración entre donantes y personas voluntarias sobre el terreno.
Esta comunicación se produce en el contexto de las negociaciones de paz que se han iniciado recientemente entre EE.UU, Ucrania y Rusia en Arabia Saudí y que se espera que puedan poner fin a una guerra que ha dejado a cientos de miles de personas fallecidas y damnificadas.
Desde los Salesianos en Ucrania explican que «a pesar del agotamiento que sentimos por el desgaste de tantos años de guerra, y aunque el apoyo económico va a la baja, el esfuerzo coordinado entre las ONGs salesianas del grupo de emergencias de la red internacional Don Bosco Network y las oficinas de proyectos tanto de Ucrania, permite mantener el apoyo tanto económico como emocional a la población afectada».
Los salesianos han desarrollado diversas iniciativas para apoyar a los desplazados internos y refugiados, ofreciéndoles alojamiento y asistencia básica. También han reforzado el apoyo a las escuelas, parroquias y centros juveniles, impulsando actividades deportivas y de ocio como herramientas de rehabilitación para los niños afectados por la guerra. Además, han puesto en marcha proyectos de apoyo psicológico y asistencia humanitaria en la primera línea del conflicto.
Entre los proyectos destacados actualmente, la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora (SMX) y Bosco Global apoyan a la Escuela Profesional Don Bosco de Lviv, que ofrece formación en carpintería, cocina e informática para garantizar oportunidades laborales a la juventud ucraniana.
Y en Zhytomyr, se ha construido un campo de fútbol para actividades deportivas destinadas a los niños afectados por el conflicto, promoviendo su recuperación emocional y física. El proyecto quiere ser también accesible a niños y jóvenes que viven fuera de la ciudad.
Los salesianos en Ucrania subrayan que «la solidaridad no es sólo un gesto, sino un cambio real en la vida de muchas personas. Por este motivo, hacemos un llamamiento a seguir apoyando a los proyectos en marcha y mantener la coordinación entre todas las partes implicadas para seguir ofreciendo esperanza a la población afectada por la guerra».
