El 3er Encuentro de delegaciones y voluntariado de Bosco Global permite por fin, después de dos años de pandemia, un reencuentro presencial muy emocionante en la casa salesiana de Can Prats, en Barcelona.
Abrazos, saludos, risas, complicidades, aprendizaje, ilusión, comidas, compartir, convivencia…. son algunos de los momentos que se han vivido en el 3er Encuentro de delegaciones y voluntariado que se celebró en Barcelona durante el fin de semana del 2 y 3 de abril con el lema «En movimiento».
Una treintena de personas de La Orotava, Lleida, Ciutadella de Menorca, Barcelona, Córdoba, Sevilla, Rota, Badajoz, Huesca, Valencia y Málaga participaron en este encuentro fundamental para Bosco Global, en el que la fuerza del voluntariado se plasma en la pasión que ponen por construir un mundo más justo y solidario en las delegaciones locales.
La mayoría de la gente llegó la noche del viernes, procedentes de diferentes puntos del territorio de la Inspectoría María Auxiliadora. Cena fraternal en Can Prats, casa salesiana que recibió a Don Bosco en su visita a Barcelona.
Eva Caballero, coordinadora de voluntariado de Bosco Global, explica que «es un orgullo ver que Bosco Global la forma tan buena gente, personas convencidas de que se puede mejorar el mundo aquí y ahora, que no hay excusas, que solo es cuestión de que cada ser humano ponga su grano de arena y transmita esa convicción y ejemplo a su entorno más inmediato».
Sábado y domingo de convivencia y aprendizaje conjunto
El sábado 2 de abril se inició la jornada con una oración que se introdujo a partir de la canción “Movimiento”, de Jorge Drexler, hilando con el lema del Encuentro y la lectura posterior de una pequeña oración.
Continuó con una dinámica de presentación de las personas participantes y ya se entró en materia con el Bloque I: ¿Qué nos mueve a día de hoy? Diferentes dinámicas permitieron sacar a la luz la realidad de las diferentes delegaciones, sus desafíos y retos, sus inquietudes, etc, y en un espacio de diálogo compartido se expusieron diferentes puntos de vista que enriquecieron lo trabajado en los diferentes grupos. Se cerró la mañana compartiendo los diferentes espacios de trabajo en red, visualizando en todas las redes en las que participamos activamente y presentando la campaña ESencialES.
En la tarde, se dio paso al Bloque II: ¿a quién movemos las delegaciones?. Seguidamente, se realizaron 3 talleres participativos, que explicaron el trabajo principal de algunas líneas de intervención. En Educación para el Desarrollo se jugó a uno de los juegos creados en el marco del Aprendizaje Basado en Juegos. En Voluntariado, a través de una dinámica representativa con objetos, las personas se pudieron acercar a la metodología de la Espiral Solidaria, en la que trabajan los jóvenes y sus educadores y educadoras. Y por último, en Cooperación, se mostraron diferentes imágenes de realidades con las que se trabaja en los países empobrecidos y que hicieron reflexionar sobre la necesidad de seguir construyendo solidaridad global. La tarde finalizó con una puesta en común de varias iniciativas de las delegaciones locales que permitieron debatir sobre los retos, desafíos y aprendizajes de nuestras acciones en lo local.
En la mañana del domingo se inició el Bloque IV: invitaciones a movernos, momento de dialogar en sesión plenaria sobre algunas acciones que se están realizando y cómo se pueden apoyar desde lo local: voluntariado internacional, carrera solidaria, campañas de emergencia, tablón solidario, entre otras iniciativas.
Destacar que durante las dos jornadas se contó en diferentes momentos con la participación de Ángel Asurmendi, presidente de Bosco Global y salesiano provincial de la Inspectoría María Auxiliadora y de José Luis Navarro, responsable de Animación Misionera de la Pastoral Juvenil. Uno de estos momentos fue la Eucaristía del domingo por la mañana. Ambos agradecieron el trabajo realizado y el espíritu solidario.
Las jornadas formativas y convivenciales finalizaron con una muy buena valoración por parte de las personas participantes. Algunas de ellas, a modo de anécdota, comentaban entre risas que “habremos engordado al menos un par de kilos”, en referencia al equipo organizador, que no quiso escatimar en energía y fuelle para su voluntariado.