La gestión de los recursos, los medios de producción y distribución, y el descarte de alimentos, tienen una repercusión muy directa en el medio ambiente. Con tres preguntas sencillas podemos empezar a clarificar esta relación: ¿Cómo se producen los alimentos?, ¿cómo se distribuyen? y ¿cuánto se desperdicia?

No se trata ahora de cambiar radicalmente nuestra dieta o condenar ningún producto, se trata de que seamos conscientes de que nuestros hábitos alimenticios tienen una gran repercusión en el medioambiente. Es el momento de conocer mejor las interrelaciones que existen con nuestra vida para tomar decisiones más conscientes en nuestra compra y dieta diarias.

¿Cómo se producen los alimentos?

Tenemos que tener en cuenta que la producción de alimentos es una de las actividades que más afecta a la salud de nuestro planeta en cuanto a la pérdida de biodiversidad, cambios en el uso del suelo, huella de CO2, huella hídrica, agrotóxicos, entre otras. La agricultura y la ganadería generan un 20% de los gases de efecto invernadero a nivel global, ya que son el 2º sector con más impacto después del energético. Esto hay que tenerlo en cuenta de alguna manera.

En Carro de combate tienes más información al respecto por tipos de producto: https://www.carrodecombate.com/category/productos/

 

¿Cómo se distribuyen?

Otra cuestión primordial es la distancia que recorren los alimentos hasta llegar a nuestro plato. Saber el consumo de combustible que se necesita y los gases de efecto invernadero que generan, nos puede llevar seguramente a pensar en consumir productos de proximidad. Y no hablemos de los que son envasados con plástico superfluo, habiendo alternativas más sostenibles.

Amigos de la Tierra, en su línea de trabajo Alimentos kilométricos, nos ayudan a calcular el CO2 que hay detrás de nuestra lista de la compra: http://www.alimentoskilometricos.org/

¿Cuánto se desperdicia?

La FAO calcula que recuperando tan solo la mitad de lo que se pierde o desperdicia podría bastar para alimentar a toda la población del planeta. Así que en nuestras manos queda estar pendiente de la caducidad de los productos, organizar bien la compra con previsión, servir al plato solo lo que vayamos a comer o hacer cocina de aprovechamiento.

Save Food es una campaña mundial de la FAO que trabaja con los organismos internacionales, el sector privado y la sociedad civil para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.

 

Más info y recursos en https://teachersforfuturespain.org/alimentacion/

 

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