Hace un poco más de dos meses entrevistamos en Sevilla al padre Sudhir Parmar, salesiano indio y director del Centro Formación Profesional St. Joseph de Jartum, capital de Sudán, un Centro salesiano con el que Bosco Global colabora desde 2021.
¿Qué hacéis los Salesianos en Sudán?
Trabajamos para las personas más vulnerables de la sociedad. En la actualidad hay una gran migración desde las zonas rurales hacia la capital, por lo que apoyamos a la infancia y a la juventud más pobre que llega y les ayudamos para que puedan estudiar, porque muchas familias no pueden costear el precio de la escolarización.
¿En qué medida es importante ofrecer esta formación a la juventud?
La economía del país depende del mercado laboral y Sudán es un país muy joven, donde el 65% de la población joven es mujer. Nuestro centro forma a los profesionales del futuro. Por este motivo, su educación es fundamental. Contribuye al desarrollo educativo y económico del país. Además, tras la formación, el alumnado tiene la oportunidad de conseguir un empleo cualificado.
¿Cómo trabajáis por la promoción de las niñas y mujeres?
En Sudán, muchas chicas podrían llegar a la educación superior y a la universidad, pero no tienen recursos económicos y eso genera que la mayoría se queden en el camino.
Para nosotros es fundamental empoderar a las mujeres a través de la educación y de los talleres profesionales. Estamos orgullosos de tener a la primera chica en el departamento de electricidad. Es un reto, porque otras chicas preguntan cómo se puede vivir siendo técnica electricista, ya que normalmente es una profesión encasillada para hombres y ellas creen que no pueden hacerlo. Sin embargo, nuestra alumna dijo que, aunque fuera una mujer, ella también era capaz de hacer estas cosas.
¿Qué sueños tienes para el futuro?
Mi sueño es ver un Sudán que prospere. Sudán necesita educación y empoderamiento. Como Salesianos de Don Bosco, queremos empoderar a nuestra juventud, porque son quienes más lo necesitan en la actualidad.
Y espero que también podamos animar a las chicas a venir a nuestro centro, para que la escuela no sea sólo para los chicos.
¿Necesitáis apoyo para conseguirlo?
Por supuesto. Estamos en un país en vía de desarrollo en África. Tenemos recursos, pero necesitamos un acompañamiento relacionado con el desarrollo formativo, y los países europeos pueden ayudarnos en esto, y así crecemos globalmente.
¿Te gustaría añadir algo?
Sudán es un país maravilloso con gente muy amable. Es un lugar agradable para vivir y, por supuesto, como cualquier otro país, tenemos nuestros desafíos. Agradecemos el apoyo que se nos brinda desde otros países, como España, y de organizaciones como Bosco Global, ya que tenemos un mismo objetivo, la implicación y el desarrollo.
