Bosco Global ha comenzado, con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, un proyecto con las Salesianas en Kara que atiende a 183 jóvenes en exclusión.
La labor de las Salesianas y Salesianos en Togo se remonta ya casi a medio siglo, formando a miles de niños, niñas y jóvenes, en su mayoría en riesgo de exclusión social, para ofrecerles un futuro mejor y también a sus familias.
Un claro ejemplo de ello es el proyecto iniciado con las Salesianas a principios de año en Kara, en el centro de Educación y Formación «Foyer Jean XXIII», que ofrece oportunidades a la juventud a través de la formación y el acompañamiento al empleo. Un proyecto en el que colaboramos Bosco Global con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga.
El proyecto busca la capacitación de jóvenes, que, en su mayoría, han abandonado la escuela. Se trata de una formación abierta, sin distinción de religión, etnia o nacionalidad, cuyas especialidades son las de Cocina-Pastelería y Corte-confección. El centro ofrece una capacitación, que, tras su paso, finaliza con la obtención de un diploma propio del Centro y el Certificado de Fin de Capacitación (CFA) que es un diploma estatal.
Además, esta acción pretende que la formación del Centro se conozca y sea valorada positivamente por la juventud del lugar. El proyecto trata de adaptar su oferta formativa a las necesidades del alumnado y el mundo laboral, mejorando el equipamiento de los talleres de corte y confección, cocina y peluquería y, a su vez,creando un equipo que favorezca la inserción laboral y las prácticas en empresas del alumnado del centro.
La realidad juvenil de Kara
En Kara, un gran número de jóvenes no tiene acceso a la escuela y hay mucho paro juvenil. La mayoría de la juventud tiene trabajos no cualificados y con unas condiciones laborales muy precarias, lo que debilita aún más este conjunto de la sociedad y lo hace aún más vulnerable.
Las realidades socioculturales, sumadas a las dificultades financieras de las familias para garantizar los estudios básicos de sus hijos e hijas, o una formación reglada es demasiado larga y costosa, lo que dificulta la inscripción y la continuidad en la formación, especialmente de las niñas.
Es por ello que las Salesianas han identificado una necesidad en la juventud de capacitación y han puesto en marcha una iniciativa que les permita, a corto plazo, tener un formación laboral acreditada que les permita integrarse en el mundo profesional en unas condiciones dignas.