Los Salesianos, a través de una cadena de solidaridad global en la que participa Bosco Global, siguen manteniendo el foco y la ayuda en las personas más afectadas por la invasión rusa.

Aunque para mucha gente se acercan días para disfrutar de un merecido descanso, e incluso algunas personas ya están inmersas en ese período, desde Bosco Global queremos seguir recordando nuestro compromiso con las personas que desde hace ya casi medio año están sufriendo las consecuencias de la guerra en Ucrania.

El pasado 30 de junio, finalizó el proyecto financiado por Bosco Global para atender a una treintena de personas, sobre todo mujeres, niños y niñas, a través de la alimentación y suministros; compra de camas, toallas, enseres, productos de limpieza e higiene, medicinas, ropa o gastos de transporte; entre otros, en las casas de acogida salesianas en las ciudades de Gdansk, Lubrza, Szczecin, en Polonia.

Joaquín Rodríguez, director de Bosco Global explica que «como vemos cada día en los medios de comunicación, parece que todavía no está cerca la solución del conflicto. Desde la congregación salesiana se sigue atendiendo a las familias desplazadas, y permanecemos en diálogo con la Coordinación Salesiana de Emergencias en Varsovia (Polonia) para seguir apoyando esta emergencia. Al lado de nuestra Inspectoría Salesiana María Auxiliadora, seguimos recogiendo donativos de todo el territorio que enviamos para apoyar esta emergencia.»

El acompañamiento, un apoyo de valor incalculable para las familias refugiadas

Más allá de la recaudación económica, en las diferentes presencias salesianas de Europa en los que se están abriendo las puertas a millones de personas refugiadas de Ucrania, la acogida incondicional y el acompañamiento constituye con seguridad el valor más importante que se puede ofrecer a las personas recién llegadas del conflicto.

Así pues, se trabaja y acompaña muy estrechamente a los niños, niñas y sus madres. En este sentido, son muchos los campamentos de verano y de actividades de ocio que se han puesto en marcha en países como Polonia, Eslovenia, República Checa, etc, organizados por entidades y voluntariado salesiano. Gracias a ello, los niños y niñas disfrutan de unos campamentos que los transportan a una realidad de tiempo libre que les permite alejarse, aunque sea por algunos momentos de las situaciones traumáticas vividas.

Desde Bosco Global continuamos con el apoyo incondicional a las personas damnificadas por el conflicto y centramos los esfuerzos en la atención de personas refugiadas llegadas a España y en la colaboración con proyectos de atención a las víctimas de la guerra atendidos en Polonia.