El sábado 25 de febrero se realizó un taller sobre masculinidades no sexistas en la comunidad salesiana «Bartolomé Blanco» de Sevilla.
Esta actividad se desarrolló en el marco del proyecto «Genera Igualdad» de Bosco Global, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional (AACID), y en ella participaron en un animado debate los jóvenes de la misma, una mixtura de jóvenes aspirantes salesianos y personas migrantes magrebíes que comparten su día a día como un ejemplo de convivencia intercultural y respeto mutuo.
De hecho, la palabra «respeto» fue la más usada a lo largo de la sesión, en la que se habló sobre la transformación cultural que en todas las sociedades trae el avance imparable de la igualdad real entre mujeres y hombres. Dichos cambios, implican una evolución de los roles de género y una ruptura de los arquetipos tradicionales, que viene a ejemplificar la pequeña anécdota familiar que contó uno de los chicos: «Yo jugaba con mi prima al fútbol en mi barrio, en Casablanca. Ella venía a buscarme con el balón todas las tardes y allá que íbamos, todos juntos en el barrio. Y a mi madre le parecía fenomenal: decía que ella sería una mujer valiente, que se valdría por sí misma el día de mañana».
Un ejemplo para ambos lados de la frontera que nos une el de esta chica de Casablanca que, siguiendo el camino de otras muchas, abre camino para abrir mentes a la gente que la rodea. Pero además, nos recuerda que la necesidad de igualdad no tiene fronteras, como nos marca el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 5, «Igualdad de Género y empoderamiento feminino», de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Y esto no podrá ser posible sin el imprescindible cambio en las mentes y actitudes de los hombres, que han de acostumbrarse a bajar del pilar al que los aupó la cultura machista y construir desde el diálogo, en base a la igualdad y el respeto a la diversidad, en una sociedad libre de discriminaciones.