Un encuentro online reúne a 60 jóvenes de colegio andaluces y comunidades educativas de Kami (Bolivia) para compartir buenas prácticas frente al cambio climático.

El pasado 12 de abril, superando las barreras de la distancia y la diferencia horaria, se encontraron jóvenes y docentes de Andalucía (del Colegio Salesiano de La Palma del Condado y el Colegio Arboleda de Sevilla) con representantes de las unidades educativas de Kami (Cochabamba, en Bolivia), reunidos por nuestro socio local en Bolivia, la Oficina Salesiana de Proyectos de desarrollo de Bolivia (Ofprobol), para realizar un intercambio de experiencias de Aprendizaje-Servicio (ApS) en torno al cuidado del medio ambiente. 

Desde Andalucía, el Colegio Salesiano de La Palma del Condado presentó su proyecto de investigación sobre el aceite de oliva, producto de primer orden en la cultura andaluza, como agente contaminante de acuíferos y suelos desde su fabricación y desecho. Actualmente trabajan en una campaña para su reciclaje responsable. El Colegio Arboleda de Sevilla, entidad con una larga tradición educativa en torno al medioambiente, habló, entre otras iniciativas, de sus huertos sostenibles, sus campañas por el consumo responsable de ropa y carne.

Desde Cochabamba, a más de 4000 metros de altura, el salesiano Sabino había reunido en el oratorio de Kami a docentes, líderes y lideresas juveniles de todas las unidades educativas de la zona, que fueron presentando las acciones que están llevando a cabo para el cuidado de la Madre Tierra, la Pachamama: desde el reciclado de latas en piezas para talleres de metalurgia, hasta la recopilación de otros materiales y residuos (como cableado) para su posterior transformación en nuevos usos, pasando por huertos, sostenibles y ecológicos; y todo esto, desde la perspectiva de la autogestión de recursos y el protagonismo juvenil. Todo un ejemplo de cómo el Sur puede servir de fuente de aprendizaje y buenas prácticas. 

También hubo oportunidad para el acercamiento cultural, a través de preguntas, cargadas de curiosidad, sobre costumbres y tradiciones culinarias diferentes; aunque lo más relevante fue el conocer cómo el cambio climático afecta a ambas regiones, separadas por medio mundo de distancia: menor pluviosidad y alteración de los termómetros, a la baja en Cochabamba y al alza en Andalucía. Una prueba del fenómeno global que amenaza a todos los seres vivos de ésta, nuestra Casa Común, por igual. La mejor noticia es que la juventud de distintos lugares tiene la misma sensibilidad hacia la Madre Tierra: un mensaje de cambio y esperanza.  

Esta actividad se enmarca en el proyecto «Dime, Madre Tierra» , que cuenta con la financiación de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).